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Circulos de percusión

Círculos de percusión

 

Sentados en círculo, cada persona dispone de un instrumento de percusión (tambores y percusiones pequeñas) u otros elementos que puedan sonar. Los participantes se dejan llevar por el latido rítmico que está sonando en el momento presente con la ayuda de las indicaciones del facilitador (persona que está en el centro del círculo).

 

El círculo de percusión es una oportunidad para sentir el ritmo que nace del espíritu de cada individuo y así poder disfrutar de la actividad, sintiendo cómo uno o una se deja llevar sin controlar y puede divertirse, jugando con el ritmo, rompiendo barreras, sintiendo la fuerza y la unión del grupo, donde se crea una musicalidad conjunta surgida del momento.

 

El facilitador, desde el centro del círculo, muestra a los participantes su lenguaje corporal para que todo el mundo conozca las pautas para ir ofreciendo más musicalidad en el círculo y conducir al grupo hacia una gran orquesta de percusión.

 

Es una actividad para cualquier colectivo (escuelas, empresas, entidades, barrios, festivales, centros…) y que se puede llevar a cabo en espacios tanto interiores como exteriores.

 

Dirigido a público de todas las edades, y no se requieren conocimientos musicales.

 

En función del grupo que forma el círculo, partimos de unos objetivos específicos que queremos sentir y trabajar en el círculo de percusión (descubierta, autoestima, creatividad, cohesión, igualdad…).

 

 

Algunos de los muchos beneficios del círculo de percusión son los siguientes:

 

 

  • Libera tensiones y reduce el estrés.

  • Es una oportunidad de gran descarga.

  • Ayuda en la coordinación y la atención.

  • Estimula la creatividad y la alegría.

  • Aporta diversión.

  • Las vibraciones benefician el campo energético de la persona y del espacio.

  • Nos ayuda a escuchar, a respetar, a equivocarse.

  • Crea unión, crea grupo, crea comunidad.

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